Los trailers y los afiches son las tarjetas de presentación de las películas. El factor gráfico va más allá de publicitar una producción audiovisual, también tiene como objetivo generar un recuerdo y plasmar una idea. Una película puede ser inmortalizada con un buen afiche como por ejemplo Los Cazafantasmas, las diferentes películas de Batman o Scooby Doo. La suma de la publicidad con el marketing tienen que garantizar: captar la atención, generar interés, producir deseo y hacer ejecutar una acción que, en este caso en concreto, es la compra final para el consumo de este producto.
Hay dos métodos de realización de un afiche, los más usados, los más populares. Tenemos el tipo collage el cual hace una selección de los personajes, el lugar y la acción principal que nos dará una idea de que va la historia. Por otro lado tenemos un estilo más minimalista, aquel que solo utilizando la tipografía nos indica el tono de la película. En sus letras están ocultas ciertas herramientas que nos ayudan a visualizar que temas o cuales personajes son los que hacen parte de la producción.
A continuación, mostraré varios ejemplos de afiches de acuerdo al uso de determinados colores. Es una regla general y tradicional de Hollywood, por lo tanto, no todos cumplen con estos criterios pero a través de la historia se han implantado en nuestras mentes y ya hacemos un desglose inconsciente de sus intenciones.
Rojo y blanco: Estos colores van dirigidos a una audiencia más mainstream. El género que más los utiliza es la comedia. El blanco nos ayuda a centrar nuestra atención en la acción de la fotografía y esta a su vez desarrolla una estrategia de mercado al evitar cualquier distracción de la idea principal.
Azul: Utilizado principalmente los thrillers. Los puntos de fuga exagerados y personajes entrando y saliendo de la escena son usados para generar dramatismo. Se acentúan también sombras que nos generan intriga. También el blur es una herramienta que se utiliza para destacar al personaje y dejar en duda que es lo que le rodea. En algunas ocasiones su utilizan tintes de color amarillo para destacar la acción. Estas herramientas tienen sus origen en los films noir, también relacionados con las novelas de los 90’s de John Grisham que presentan la misma estética en sus portadas.
Amarillo: Este color suele ser utilizado en su mayoría por películas independientes, más que todo las que tiene un tono de tragicomedia. Esto tiene una explicación: el amarillo es el color por excelencia para captar la atención, es una forma barata de generar impacto visual sin tener que recurrir a más estrategias de marketing. Se dice que han sido influenciadas por afiches de películas europeas de los 50’s y 60’s caracterizadas por usar un color plano.
Negro, blanco y naranja: Estos colores han sido utilizados en afiches de acción durante la última década. Explosiones, autos a altas velocidades, armas de fuego y violencia son los ejes de estas películas. Por eso, utilizan tintes de color naranja que evoca el movimiento o el fuego de una forma más puntual. Se ve que hay un contraste alto que genera intensidad y evoca un aire juvenil. En algunos se utiliza la estrategia de cortar la cara de un personaje por la mitad con la intensión de generar conflicto. En otras, el personaje esta de perfil, una posición de ataque.
Azul y naranja: Estos colores complementarios son utilizados para películas de ciencia ficción. El naranja cumple la función de guiar el ojo atrás del afiche, le muestra el camino por el cual debería leer la imagen, crea la narrativa. Mientras que el azul cumple su función de mostrar el mundo que se crea para la película y generalmente está al fondo. Actualmente su utilizan tintes de otros colores para poder llamar la atención de públicos más juveniles.